«Touch Me»

    Escucho "Touch Me", de The Doors, y a pesar del cliché manido en que se ha convertido esta banda (en especial entre algunos consumidores de drogas, los vulgares), aún siento su energía. Veo por la ventana de mi casa y la ciudad parece envuelta en un halo de irrealidad: la niebla tóxica teñida de rojo cobrizo, los edificios estériles y ningún límite a la vista, ni cerros, ni campo, ni edificios lejanos, como si el mundo no existiera aparte de aquí y ahora. Una sensación de melancolía exquisita.

    Recuerdo que durante algunas fiestas, hace mucho, tuve la misma sensación: estábamos en el fin de la historia y todo el calor que podíamos esperar era el que nos podíamos dar mutuamente, de un modo viril y estoico, al hacernos compañia. La compañia no duró y los días vinieron uno detrás del otro en un desfile interminable e inmóvil: “No sé decir fijamente cómo entré allí: tan adormecido estaba cuando abandone el verdadero camino”, nunca mejor dicho.

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Published in: on julio 21, 2007 at 3:20 am  Deja un comentario